El vil asesinato del empresario paraguanero David Prati representa el punto de quiebre, el electroshock que está despertando del letargo a la sociedad falconiana. Las reacciones han sido vehementes, no sólo porque la víctima fue un conocido y apreciado comerciante, sino también porque en las últimas semanas la arremetida del hampa ha sido despiadada con venezolanos de todo nivel socioeconómico.
Estéril es que algunos traten de minimizar la reacción de la sociedad falconiana por la posición social de David Prati. Miserable además, pues sería hacernos cómplices de los fascinerosos que han cegado la vida de cientos de falconianos en los últimos años. Aquí lo importante es que demos un paso al frente y exijamos a los cuerpos de seguridad, al poder judicial, al ministerio del interior y justicia, a los legisladores que cesen los atropellos a los ciudadanos honestos por parte de la delincuencia.
No podemos seguir tolerando que mientras los malandros se pasean por la calles cometiendo fechorías con total impunidad, los venezolanos honestos tengamos que estar tras las rejas de nuestras viviendas, temerosos por la vida de nuestras familias. Hay que rechazar contundentemente que el COPP con la complacencia de abogados, jueces y fiscales, sea un instrumento para alcahuetear delincuentes. No podemos aceptar que las cárceles sean santuarios y base de operaciones de mafias que agreden a los ciudadanos inocentes, desde donde se planifican desde secuestros hasta violaciones. Tenemos que impedir que el país se tiña de sangre mientras ciertos legisladores levantan el dedo al ritmo que les impone el ejecutivo, si no es que andan viviendo la dolce vita mientras acusan al "imperio" del auge del delito. Debemos exigir cárcel para los funcionarios corruptos que amparados por sus cargos en el aparato de seguridad y justicia de la nación, son cómplices de los asesinos y se prestan para el comercio de sentencias que ponen en la calle a los aberrados.
¡¡YA BASTA!! La protesta y la movilización popular son la clave para impedir que la maldad, la vileza de los desadaptados y la complicidad de los funcionarios acabe con más vidas en Venezuela y en particular en el estado Falcón.
No podemos seguir tolerando que mientras los malandros se pasean por la calles cometiendo fechorías con total impunidad, los venezolanos honestos tengamos que estar tras las rejas de nuestras viviendas, temerosos por la vida de nuestras familias. Hay que rechazar contundentemente que el COPP con la complacencia de abogados, jueces y fiscales, sea un instrumento para alcahuetear delincuentes. No podemos aceptar que las cárceles sean santuarios y base de operaciones de mafias que agreden a los ciudadanos inocentes, desde donde se planifican desde secuestros hasta violaciones. Tenemos que impedir que el país se tiña de sangre mientras ciertos legisladores levantan el dedo al ritmo que les impone el ejecutivo, si no es que andan viviendo la dolce vita mientras acusan al "imperio" del auge del delito. Debemos exigir cárcel para los funcionarios corruptos que amparados por sus cargos en el aparato de seguridad y justicia de la nación, son cómplices de los asesinos y se prestan para el comercio de sentencias que ponen en la calle a los aberrados.
¡¡YA BASTA!! La protesta y la movilización popular son la clave para impedir que la maldad, la vileza de los desadaptados y la complicidad de los funcionarios acabe con más vidas en Venezuela y en particular en el estado Falcón.
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